
¡Qué bien que presentas tus cochecicos, F399! (No es por nada, pero es que donde se ponga un coche de carreras rojo…

)
Me llama la atención el cariño con el que Fangio se refería a sus coches: aquí nos habla de su vieja máquina, la
alfetta 159 con la que ganó su primer campeonato en 1951, antes de darse un paseo con ella por el autódromo de Monza… ¡qué bonito sonido! En el video podemos ver además a los viejos compañeros de batalla de Fangio, los mecánicos Augusto Zanardi -su copiloto en la primera Mille Miglia que corrió allá por 1950 (y con el que tuvo que establecer un código de golpes en el salpicadero con la mano, ya que no se escuchaban: una vez si la curva no era muy peligrosa, dos veces si era bastante peligrosa y tres veces si era mortalmente peligrosa)- y Giulio Sala -“Salita” para Fangio, su copiloto en la Mille Miglia de 1953 (auténtica odisea en la que corrieron con el chasis roto y enormes dificultades para tomar las curvas a derecha, lo que hizo que al final se la pegaran en la última curva de derechas, aunque felizmente terminaron segundos)-.
Aquí Fangio nos habla de la equipación -por llamarla de alguna manera- que llevaban los pilotos de la época y de la
Ferrari 2500 (D50) con la que ganó el campeonato del 56, mientras juega con ella por Mónaco demostrándonos su estilo como piloto (impresionante plano de la derrapada de Portier). ¡Qué descripción tan sugerente del sonido de esa preciosa máquina!:
“cuando un coche anda bien y el motor suena armoniosamente, el ruido se transforma en música, el piloto es como un director de orquesta”… (¿verdad que es igualico que lo del brush y el canvas de

? )
En este largo resumen del
Gran Premio de Alemania del 57 , narrado por un compatriota del chueco (auténtico “Lobato” de la época), vemos al principio unas bonitas imágenes en color de la maserati 250F: a destacar las espectaculares secuencias de derrapadas y saltos, el estado de los neumáticos traseros de la maserati cuando Fangio paró en boxes, las escenas de la persecución del chueco a las ferrari de Collins (n.º 7) y de Hawthorn (n.º8 ) y el espectacular adelantamiento a Collins en la Nordkehre: lógico que terminara a hombros, como los toreros.
En esta
entrevista Fangio nos da en primera persona su versión de la carrera, después de autodefinirse como piloto:
“yo no he sido un corredor espectacular, siempre corría dentro de mis posibilidades, claro, por eso estoy aquí hablando contigo, en diez años que yo corrí en Europa murieron treinta pilotos”; con ese gracioso acento tan suyo nos cuenta las razones por las que, como bien explicaba F399, ese 4 de agosto de 1957 se soltó la melena (curiosamente, en parte gracias al equívoco que sufrió cuando desde boxes le marcaron sólo un piloto por delante) comenzando a usar las marchas altas -lo que según el chueco
“siempre es más riesgoso”-.
Finalizando con música, “breve”

warmup de la
maserati 250F en el que durante 6 minutos podemos oir el gutural ronroneo del 6 cilindros.
Forza Ferrari... 399

¡No pares!
Saludos.
