Y yo que pensaba que este año había sido mala porque los Reyes no me habían traído un regalito de los que más me gustan, cuando de pronto, esta mañana, un mensajero llama a mi puerta y me dice que tengo un regalo sorpresa.
¡Lástima de cámara para filmar el momento!
Entre los cascabeles que me sonaban por dentro, la emoción y los nervios, me era imposible abrir esa cajita y destapar qué podría ser todo eso...
Nito, mi marido, se moría de risa: ha tenido que hacerlo él.
Bueno, qué deciros... Es tan díficil expresar o encontrar palabras que puedan recoger lo que se siente en ese momento...
Sobre todo lo que implica y lo que significa.
¡Pocas cosas hay tan bonitas como eso!
Por supuesto que quiero compartirlo con vosotros.
Tras estrenarlo, he ido corriendo a buscar la cámara para que lo podáis ver. Siento la calidad de las fotografías, pero es que algo le pasa a mi cámara desde que la trastean mis hijos y está como desconfigurada.
Por eso he tenido que salir hasta la terraza para ver si con luz natural quedaba menos borrosa.
Bien, lo importante es que podéis verlo y sentirlo en la emoción contenida (lo que puedo
) en mi piel.
Tenemos un
WELLmaster que no sé si podemos darnos cuenta de lo que vale...
(<-- no "emoticon", sino emoción)
¿Verdad que entendéis cómo me siento?
¡GRACIAS!