No, Aitor. Ni soy quien para echarte una bronca, ni me apetece - te lo digo de todo corazón - darte la razón en explicarte cosas que sí pasan. Más que nada porque me duelen mucho, por lo que a mí respecta. Pasan en todas partes - es posible- y sólo depende de quien tengas en frente cuando se hacen o se dicen cosas que no tienen ningún sentido, ¡ni el común! Por suerte, son los menos.birle1 escribió:....pero hubo una cosa en cataluña que me contaron que no esta bien. ya se que no me paso a mi, pero raquel si pasa di y sino echame la bronca.
Ahora, eso sí, no podría estar más de acuerdo contigo en eso de que "las primeras palabras que pronuncias" son primordiales. Por eso yo me disculpaba con Cayo, porque sin darme cuenta, cada vez que respondía a Nes, me iba de modo espontáneo al català. Lo mismo me pasa con Xug. Es más, en mi casa es del todo habitual y a todas horas este pupurri de idiomas. No nos damos ni cuenta (hasta que lo piensas). Con Nito (mi marido) hablamos todos en català, Joan y Elisabeth (mis hijos) me hablan en castellano, y entre ellos también aunque nadie les instó - en mi casa- a adoptar una lengua. Les salió así, y ya está. Pero los cruces de idiomas con toda la familia de aquí - que es la mas cercana- son como para filmarlos.
Y aun así, y tras bastantes añitos siendo profe en un colegio francés -donde lo que se pretedende es que se adquiera un nivel "perfecto" - tengo clarísimo que un bilingüismo absoluto es imposible. Y esto, en el fondo, me lo hizo comprender la directora del colegio donde trabajaba. Como muchas más cosas pedagógicas a las que siempre debo estarle agradecida.
Ahora bien, si me dices... "si nos juntamos, ¡todos a hablar en vasco!" Pues del "egunon" y 4 palabras más, no sabría pasar... ¡Peor que el loro Patxi!
Pero imagínate al loro pidiéndote un besito en vasco (eso sí le entendía ) después de darle las pipas...
Yo sí creo que ciertas onomatopeyas son "universales". No sé si el perro ladraba en vasco o en su idioma propio. ¡A saber!
Como dice Quico, "gente rarita" la hay por todos lados. Sin ir más lejos, los filósofos.
Hay una anécdota muy curiosa y divertida de un torero (ahora no recuerdo quién, aunque el nombre me tiembla en la memoria) que cuando le presentaron a Ortega y Gasset, él preguntó... "¿Y este señor quién es...?" Le dijeron que un filósofo. Respondió sin ninguna mala intención y mirándole a los ojos: Hay gente pa tó.
(Editado porque no me ha costado nada encontrar un artículo sobre esa anécdota).